Dios Padre puso en el cielo de Oriente una gran estrella luminosa, preciosa, para que fuera la señal del nacimiento de Su Hijo.
Muchos la vieron pero, únicamente 3 Reyes Magos decidieron salir a buscar a ese recién nacido. Los judíos que durante años esperaban la venida del Mesías estando muy cerca de ellos, no se movieron para buscarle. ¿Qué hubiese sido de los Reyes si les hubiese dado pereza y miedo ponerse en camino? Ellos fueron un ejemplo de constancia. De cada uno depende seguir esa divina luz teniendo el cuidado de no confundirnos para llegar a Él.
A los Reyes Magos de Oriente, la tradición les ha hecho representar las tres razas, las tres edades del hombre o los tres continentes. Parece que Melchor representa Europa, Gaspar simboliza Asia y Baltasar encarna África.

Al estar cerca de Jerusalén, de pronto la estrella parece desaparecer, ¿Qué hacen los Reyes? continuar el camino y preguntar hasta conseguir su objetivo. Cuando me encuentro en tinieblas, perdido ¿pondré lo que esté en mi mano para encontrar de nuevo la luz y el sentido? El viaje de los Reyes Magos bien parece el viaje de la vida de cada hombre…

¿Te imaginas el asombro de los Reyes cuando ven que la estrella se posa encima de un establo? Ellos reconocieron la grandeza de este Niño que estaba junto a su Madre y le adoraron, se postraron en tierra y le regalaron oro por ser rey, incienso por ser Dios y mirra por ser hombre.

Hoy, nuestros Reyes Magos deben competir con Papá Noël y con el brutal consumismo que se ha instalado en nuestra sociedad, con esa la navidad que nos presentan las series de televisión. Reflexionemos en el mensaje de nuestros queridos 3 reyes magos, aprendamos a tener una fe viva y a confesar a Cristo delante del mundo, como ellos hicieron ante Herodes.

Según el papa Benedicto XVI, los Reyes Magos “eran modelos de los auténticos buscadores de la verdad”, no les dio vergüenza preguntara los jefes religiosos de Judea.

Nosotros que queremos imitarles para caer en la cuenta del auténtico sentido de la Navidad descubrimos mirándoles que esta consiste en observar con atención y escuchar los signos de Dios en nuestra vida, en buscar la Verdad, ponernos en camino y perseverar hasta llegar a la Meta, seguir a Cristo, con una actitud siempre alegre.

Una curiosidad, a los Reyes Magos se les rinde culto en la catedral de Colonia donde están sus reliquias, que las llevó en 1164 el emperador alemán Federico I, el famoso Barbarroja.

¡FELIZ NOCHE DE REYES!

Teresa López Montes